lunes, 26 de marzo de 2018

PAUTAS PARA AFRONTAR UN TRATAMIENTO DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA

Siempre digo que no soy nadie para dar consejos sobre nada. Y es cierto, porque, a pesar de haber pasado por el mundo de la infertilidad y los tratamientos de reproducción asistida y haber estado inmersa en ellos durante tanto tiempo, no me siento capacitada para decirle a otras personas cómo deben afrontar un tratamiento de reproducción asistida de la mejor manera. Y es que en esto, como en todos los aspectos de la vida, lo que funciona para uno no tiene por qué funcionar para los demás. Esto es así. 

Pero también es cierto que muchas personas me preguntan cómo lo he llevado o como he conseguido no volverme loca. Por ello, aunque no soy una persona experta en el tema e, insisto, no soy nadie para dar consejos sobre ello, sí que puedo dar una serie de pautas que pueden ser útiles para afrontar un tratamiento de reproducción asistida en función, siempre, de mi propia experiencia. 

Pautas para afrontar un tratamiento de reproducción asistida

1 - Es muy importante ser paciente. La paciencia, en estos casos es una virtud. Es normal que cuando estás pasando por un tratamiento, y más si llevas unos cuantos a la espalda, no seas capaz de serlo. Además, ese instinto o necesidad de ser madre no espera. Pero es necesario saber llevarlo de esta forma porque si no se corre el riesgo de pasarlo muy mal. Es importante tener en cuenta que en reproducción asistida uno sabe cuando llega pero no cuando va a terminar. Es importante templarse un poco, saber que es un proceso que puede requerir más o menos tiempo y que no siempre va a depender de ti.

2 - El optimismo es fundamental, pero con grandes dosis de realismo. Hay que ser positiva siempre, pensar que ese tratamiento en el que estás ahora va a funcionar, pero también tienes que tener los pies en el suelo. No pienses que esto es llegar y ya, porque no. Sí hay mujeres y parejas que lo consiguen a la primera pero no les ocurre a todas. Esto tienes que tenerlo muy en cuenta. 

3 - Los tratamientos de reproducción asistida son muy duros y el proceso en sí puede ser muy largo. Busca algún apoyo, una persona con la que puedas hablar del tema y desahogarte si las cosas no van del todo bien. Hay que tener en cuenta que son procesos en los que los sentimientos nos juegan muy malas pasadas pero además, hay que añadir que en estos tratamientos por regla general, hay que hormonarse, lo que hace que pasemos de la risa al llanto en cuestión de segundos. Si también quieres ser mamá soltera, como yo, busca apoyo en una amiga, un familiar... Una persona cómplice que te escuche. Si tienes pareja es muy importante que os apoyéis mutuamente y que no luchéis el uno con el otro. Se trata de que os acompañéis en el camino porque es un proceso mutuo. Aunque en estos procesos somos las mujeres las que nos llevamos la peor parte, por el tema hormonal, las personas que nos acompañan (ya sea pareja, familiares o amigos) también lo sufren aunque quizás no lo exterioricen tanto, en parte para no hacernos sufrir más a nosotros.

4 - Si necesitas una ayuda más especializada pídela. No sientas vergüenza por ello. No serás la primera ni la última y, en muchas ocasiones, es muy necesario porque nos ayudar a ver las cosas con otra perspectiva. En muchas clínicas ofrecen la ayuda de psicólogos especialistas. Algunas la incluyen en el precio del proceso (pocas) y en otras lo ofrecen como un servicio extra. Creo que puede ser muy útil, sobre todo, cuando ya afecta a la relación de pareja.

5 - Si tienes la opción de ir por la Seguridad Social aprovecha ese recurso. Los tratamientos de reproducción asistida son muy caros y, aunque yo misma no tuve una experiencia muy buena allí, sí que tengo que dar las gracias por haber podido intentarlo allí, por lo que aprendí y por lo que ahorré. Si, por el contrario, vas a ir por una Clínica Privada yo te aconsejo que antes de decidirte por una visites las máximas posibles y escuches distintas opiniones. La mayoría tienen una primera visita gratuita y en otras te descuentan el importe si decides quedarte con ellos. Cada una tiene sus protocolos y sus profesionales y tienes que buscar el que mejor se adapte a ti. Yo misma me decidí por una clínica a 200km de casa, lo que me suponía un viaje de 4 horas cada vez que tenía que ir. Mereció la pena. Elegir la clínica no es sólo elegir el sitio. Es elegir el trato, elegir un buen médico, unas buenas condiciones... Yo te recomiendo que hagas una lista con los pros y los contras de todo aquello que consideres fundamental. También puede ser útil que preguntes a otras personas que hayan estado ahí pero que ésto no sea algo determinante porque al final cada uno tiene sus propias percepciones. ¿Cómo sabrás si la clínica es la adecuada? No hay una regla estándar pero se sabe, supongo que es el instinto.

6 -  A veces caemos en el error de sentirnos culpables por no lograr el embarazo. ¡No tienes que sentirte así! No debes dejar que la infertilidad te haga sentir culpable ni que domine tu vida. Es algo externo a ti. Tú no has elegido ser infértil. Sin embargo, sí hay soluciones. Por suerte, ¡la ciencia está de nuestra parte!

7 - Otro error como el anterior es compararse con otras mujeres o parejas. A mi me ha pasado, es inevitable, pero es absurdo porque lo único que hace es que una se sienta peor consigo misma. Aún reuniendo las mismas características que otra persona las circunstancias son siempre distintas. Lo que a una le puede funcionar a otra no tiene por qué. No es una ciencia exacta. 

8-  Y por último, y aunque sé que este punto puede ser difícil de entender, el tiempo que estés en reproducción asistida disfrútalo. Por muy raro que suene. Es un proceso de búsqueda, de reencontrarte contigo misma. Aprenderás a conocerte y descubrirás fortalezas y debilidades que no sabías que tenías. En serio, es un proceso de crecimiento personal. Pero sólo podrás entenderlo cuando haya pasado un tiempo. 

Mi camino en reproducción asistida duró casi tres (largos) años entre pruebas y tratamientos. En total fueron siete tratamientos con un aborto incluido. Para mí ha sido un mundo. En este tiempo ha habido días muy distintos. Días felices, de estar arriba y querer comerme el mundo. Días tristes, en los que estaba hundida y no veía la salida. Pero en ambos casos siempre tuve claro mi objetivo y mi mente lo visualizaba día y noche: mi bebé. Esto es lo que hacía que siguiese intentándolo una y otra vez. 

Si tienes un día malo o si estás derrotada tras un negativo permítete llorar. Grita, corre, haz lo que tu cuerpo te pida. No tienes que sentirte mal por ello. Esa liberación te dará fuerzas y, al día siguiente o unos días después, te sentirás de nuevo con ganas de volver a luchar. Este proceso puede ser corto o largo pero seguro que será duro. Tu cuerpo y tu mente te necesitan entera. Mantén tu objetivo claro y no lo pierdas de vista hasta conseguirlo.
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¿Crees que es difícil seguir estas pautas cuando estás en un tratamiento de reproducción asistida? ¿Qué pautas te han funcionado a ti?

2 comentarios:

  1. Hola,
    Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado. Te sigo desde hoy y ya me llevo unas cuantas ideas de libros para mi enana.
    Quizá te gustaría seguir mi blog: https://inventandounamama.blogspot.com.es

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