lunes, 30 de enero de 2017

MI EXPERIENCIA CON LA DIABETES GESTACIONAL (1ª PARTE)

Hoy os voy a hablar en este post sobre mi experiencia con la “diabetes gestacional”. Sí, pongo diabetes gestacional entre comillas. Cuando leáis todo el post lo entenderéis.
 

Todo comenzó con los sangrados del primer trimestre, tal como os conté aquí. El día que estuve en urgencias me hicieron una analítica completa de sangre y orina, de la que no pudieron darme resultados aquella noche de lo rápido que me atendieron. No había dado tiempo a que el laboratorio lo analizase. No me preocupó mucho porque sabía que si algo hubiese salido mal me hubieran llamado. Una semana después, estando de 6 semanas, tuve cita con mi médica de cabecera para informar de mi embarazo y empezar a llevarlo por la SS. Aproveché y le pedí los resultados de la analítica. Todo había salido bien pero la glucosa me salía un poco alta. El tope eran 105 ml/dL y yo tenía 108 ml/dL. No era mucho pero mi médica propuso realizarme el test O'sullivan en ese primer trimestre para descartar una posible diabetes gestacional. No me hizo caso cuando le comenté que la analítica de urgencias me la habían hecho recién cenada, que fue cuando manché y fui a urgencias, y por eso podía haber salido algo alterado. En fin…
 

Tuve el test en la semana 9, coincidiendo con la primera analítica completa de embarazo. Iba muy nerviosa, como la mayoría de premamás que nos enfrentamos por primera vez a la prueba. Pensé que me pincharían nada más llegar y luego a la hora de beberme el líquido, pero no, sólo me pincharon a la hora. Nada más llegar me dieron el líquido, por suerte fresquito, y me lo bebí. No me pareció tan desagradable como muchas amigas me habían comentado. Aunque me costó terminarlo, la verdad, porque se hacía pesado. Lo peor fue la hora de espera. Entre el sueño, el cansancio, el hambre… y lo incómodo de las sillas de mi centro de salud, no sabía cómo ponerme! El líquido no me sentó mal. Aún así, cuando estaba terminando la hora de espera, reconozco que sentía que aquello se estaba removiendo más de la cuenta. Me había llevado rodajas de limón, que muchas amigas me lo habían recomendado para chupar por si me daba angustia, pero no hizo falta. Me pincharon y me fui a desayunar.

Unos días después volví a por los resultados. No era lo que yo esperaba. Según los valores que trabajan aquí, de 0-140 ml/dL serían unos valores normales, de 140-190 ml/dL se recomienda contrastar con la curva y a partir de esa cantidad se considera diabetes gestacional. Mi valor fue 192 ml/dL. Mi médica lo tenía claro. Por ella se consideraba ya un caso de diabetes gestacional, igualmente me hizo el papel para que solicitase hacerme la curva para contrastar, pero me dijo que lo hiciese sólo si la tocóloga me lo confirmaba. Para nada. El día que me tocó la primera eco de las 12 semanas, nada más entrar por la puerta, la tocóloga ya me tenía apuntada en la cartilla de embarazo: diabetes gestacional, y además me dio una dieta de 2000 calorías. Aunque intenté hablar con ella y le comenté todo, me dijo que a partir de 190 ml/dL no había duda. Me sentí mal porque la mayoría de mis amigas han dado muy alto en el test O’sullivan, muchas incluso más que yo, y aún así le han hecho la curva para contrastar y les salió bien! No entendía la diferencia y más estando en la misma Comunidad Autónoma. Pero, qué podía hacer? La tocóloga me dijo que tendría que ir a mi centro de salud y pedir que me dieran el glucómetro y todo el pack para pincharme y que, quizás, tendría que pincharme también insulina. Lo que faltaba… no me había pinchado ya suficiente en todos los TRA?



El enfermero de mi centro de salud me dio todo el pack y me lo explicó muy bien. Aunque él no estaba de acuerdo con que no me hiciesen la curva. Me dijo que cuando me pinchase con el glucómetro los valores normales me podían salir hasta 140 ml/dL, pero que intentase que no me saliese más de 120 ml/dL. En principio me pincharía durante 15 días, 6 controles al día. Antes de comer y dos horas después de las comidas. Pues bien, cuando empecé a pincharme hasta me asustaba. Tenía unos valores muy bajos. Yo estaba preocupada por no pasarme de los 120 ml/dL que él me había recomendado y resultaba que casi no llegaba ni a 100 ml/dL. Tengo que reconocer que no hacía la dieta. Ya se lo había dicho a él. Yo soy una persona que come sano en general. En casa abundan las verduras y el pescado y no suelo consumir fritos, dulces ni refrescos gaseosos, así que no veía la necesidad de hacer ninguna dieta cuando yo ya comía los mismos alimentos que en la dieta! Si los valores hubieran salido mal sí la hubiera hecho, porque lógicamente la dieta era más precisa, pero no hizo falta. Como digo, mis valores oscilaban entre 70-100 ml/dL y rara vez superaba eso. Cuando volví a los 15 días el enfermero flipó. Me dijo que incluso él que no tiene diabetes tiene valores más altos que yo. Me dijo que no me pinchase ya tantos días, sino menos y que tampoco hacía falta que me pinchase 6 veces al día. Así que lo reduje a días alternos y sólo depués de las comidas. Mi médica me sugirió también que pididera cita con otra enfermera que había en el centro de salud del pueblo de al lado porque era especialista en diabetes gestacional. Eso hice. Para mi era otra oportunidad de conseguir que alguien diera pie para que me hicieran la curva. No es que yo estuviera loca por beberme los 100 ml de glucosa asquerosa, pero sí quería ver si de verdad era diabetes gestacional o no, porque era un incordio estar pinchándome y, sobre todo, pensar que mi bebé pudiera nacer más grande de lo normal o tener que optar directamente por una cesárea, ya que ambas son características de las diabéticas gestacionales, de forma general.

La enfermera me dijo que no había duda de mi diabetes gestacional ni opción de hacerme la curva. Le dije que no hacía dieta, que comía sano como siempre. Me dio una hoja de alimentos con las cantidades diarias recomendadas. Unas cantidades excesivas, si yo soy de poco comer! También le pregunté si podía haberme salido alterada la glucosa por el tema de los nervios, me dijo que sí, que suele ocurrir. Y entonces le conté que durante ese periodo era cuando yo estaba manchando y por eso estaba siempre súper nerviosa. Pero ni así accedió a hacerme la curva. Lo que si conseguí es pincharme menos, 3 veces a la semana. Eso sí, me dijo que me debía pinchar no sólo después de las comidas, sino que también en cuanto me despertase, que ese era el valor más importante. Y que una vez o dos al mes me hiciera un control completo, es decir, los seis pinchazos del principio, para ver si en algún momento del día había valores alterados. Así seguí varias semanas. Entre enfermero, enfermera y médico. Mis valores seguían siendo bajos. Incluso probé a comer dulces, por recomendación de mi enfermero, y aún así los valores no eran altos. No entendía nada.

A finales de noviembre tuve la eco de la semana 20. Me tocó otra enfermera y otro tocólogo distinto. Estuvimos hablando de mis valores, que eran muy buenos. Les dije que no creía que fuera diabetes gestacional por esos valores que me salían. Pero rompió mi mundo de color! Me dijo que eso no era así, que muchas diabéticas gestacionales tienen valores muy bajos en los controles. Así que no entendía nada. Eso sí, me dijo que la curva me la tenía que haber hecho sí o sí porque desde hacía un año había salido una normativa nueva por la que si el O'sullivan salía alto, saliese el valor que saliese, había que contrastar. Como mi médica de cabecera me había dicho que para el tercer trimestre me repetiría el mismo test, esta enfermera me anotó en la cartilla de embarazo para que me pidiera directamente la curva.

Así fue. Mi médica me la pidió en la cita de la semana 24 y un par de semanas después tuve cita para la curva. Se me hizo eterna la prueba porque el protocolo de mi hospital era súper raro. Tenías que estar allí, en la zona de analíticas, alas 8:30 de la mañana. Esperaban a todas las embarazadas y no nos atendían hasta las 9. Nos explicaban todo el proceso y nos hacían el primer pinchazo. Y teníamos que esperar. Casi una hora! Porque analizaban esa primera muestra de sangre en ese momento para ver si la glucosa basal estaba dentro de lo normal. Si no era así, no podías seguir con la curva. Tenías que volver otro día. Durante esa hora te dejaban que te fueras a pasear. Luego volvías. Sobre las 10-10:30. Y ya tenías que quedarte ahí toda la mañana. No se podía salir, ni levantarte salvo para ir al baño. En ese momento daban los resultados y te daban el bote de 100 mg de glucosa. Daban 5 minutos para beberlo. Parece mucho tiempo pero lo cierto es que se empieza con ganas y luego cuesta terminarlo. A partir de ahi cada hora pinchazo. En total 3 (más el primero). Vamos, que entre unas cosas y otras salí del hospital casi a las 2! Además lo pasé regulín. Sólo éramos 3 pre-mamás y no hablábamos nada. Me aburría. Me llevé el móvil y un libro pero no me sentaba bien leer. Yo creo que tenía mal cuerpo. Cuando teminé fui a comer, pero encima la comida no me sentó muy bien y sólo quería meterme en la cama.

Una semana después fui a por los resultados. Estos fueron los siguientes:

- Glucosa basal: 83 ml/dL (Valores normales: 70-105 ml/dL)
- Glucosa a la hora: 190 ml/dL (Valores normales: 0-190 ml/dL)
- Glucosa a las dos horas: 149 ml/dL (Valores normales: 0-165 ml/dL)
- Glucosa a las tres horas: 103 ml/dL (Valores normales: 0-145 ml/dL

Sólo un valor me salía justo en el límite. Se preveía una supuesta intolerancia a la glucosa (pero no diabetes gestaciona, pues para eso hacían falta dos valores en el límite o alterados como mínimo). Según leí en todas partes, era bueno contrastar con otra curva. Mi médica se negó. Y para ella no era intolerancia sino diabetes gestacional con todas sus letras. Ella a lo suyo. Que siguiese pinchándome y tal.

Le mandé un email a la enfermera especialista en el tema, en un intento de que alguien me escuchase y comprendiese, a ver si me mandaba repetir la curva. Su respuesta fue la misma que la de mi médica. Que eso era diabetes. Y que si era intolerancia daba igual. Que con un test O'Sullivan a 192 ml/dL cualquier otro resultado era inservible. Menos mal que mi enfermero del centro de salud pensaba como yo y me comprendia. Pero él no tenía autoridad para mandarme la prueba.

Así que así me quedé. Con mi diagnóstico casi tatuado en la piel.

(Leer la 2ª parte)

miércoles, 25 de enero de 2017

NUESTRA BIBLIOTECA: NIMBUS, UNA NUBE DE EMOCIONES

Gracias a Boolino, hoy os vuelvo a traer otra reseña de un libro. Un cuento precioso sobre las emociones: Nimbus, una nube de emociones.

Este cuento de la editorial Salvatella, ha sido escrito por Noemí Fernández Selva e ilustrado por Eva Zurita. En él, nos cuenta la historia de Nimbus, una nube que pasa por distintos estados emocionales. 



Nimbus, pasa por emociones como el amor, la calma, la rabia, la tristeza, el miedo, la sorpresa y la alegría. Y nos va narrando qué es lo que le hace sentir esa emoción cada día y cómo logra superar aquello que le hace sentir mal.

Este libro me ha parecido que se convierte en un buen instrumento para que los niños aprendan a transmitir sus emociones, explicar cómo se sienten... ya que parece una metáfora de la realidad.

Además, el cuento va acompañado de unas ilustraciones preciosas que seguro que llaman la atención de los más pequeños. Son muy divertidas y con colores muy alegres y vivos.

Lo que más me ha gustado es que al final del libro aparece una breve guía sobre todas las emociones tratadas en el libro y una explicación de las mimas. Muy interesante para que los más pequeños aprendan a identificarlas.




Si te ha gustado la reseña y el libro te parece interesante, no dejes de visitar la página del libro en su web! Además, también podrás comprarlo si quieres!!!



http://www.boolino.es/es/libros-cuentos/nimbus-una-nube-de-emociones/

- - - -

Otras reseñas realizadas
(Boolino):
 
- Álex, ¡Basta ya!

- Quinto grado en Torres de Malory
- Yoga con niños. 
- La siesta perfecta. 
- Erizo y conejo. El susto del viento. 
- Rabietas.
(Post patrocinado)